Partes del mismo relato...

Hace tiempo que el reloj no se detiene.
A la mayoría le interesa que corra rápido, que jamás se quede quieto. Observándote.

Y tras mucho pensar en ello, deseo que se detenga.

Quizás existieron momentos anteriores pero los he olvidado. Si así fue, quizás no poseían la relevancia suficiente como para recordarlos. Si creo en aquella frase “Nada de lo que sucede se olvida aunque no podamos recordarlo” entonces deben estar en alguna parte, revoloteando.
Por otro lado, y en ello lanzo una moneda al aire, tal vez (y ahí va un dardo en la oscuridad…) tal vez si los viví antes no despertaron mi alma.

Acababa de cumplir quince años. Inesperadamente me vi tomando un avión al norte de Chile con el bolso de mano atiborrado de cds, con mis libros de myst y los apuntes de un cuento inconcluso que permanecerá así, al menos por ahora. Era la primera vez que viajaba completamente sola por el aire y estaba nerviosa…


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Sucedió en el Valle de la Luna, con el arribo de la noche, envuelta en el cielo cambiante, sentada en una enorme duna de arena cuando supe que aquí, donde mis manos se hundían en la arena, el tiempo comenzaba a dilatarse. Porque un segundo parecía no serlo; la convención entre los hombres dejó de tener sentido y experimenté la dualidad de sentir que soy parte de un todo y a la vez, un efímero resplandor observando el mágico paisaje.
Había estado viva antes mas estarlo ahora parecía poseer otro significado que se revelaba con cada respiro. Yo era parte de aquel todo, de cada piedra al azar que salpicaban el Valle, de la bóveda con sus anaranjados y púrpuras, con la piel despierta en aquella brisa dulce que me tuvo con los ojos cerrados, despertando.

... We're part of a story,
part of a tale.
We're all on this journey
no one is to stay.
Where ever is it going
What is the way?...

Desde entonces, no he dejado de pensar que soy una mas en este mundo bordado con infinitas hebras. Que si miraba aquel bordado desde arriba, podría, con una aguja, levantar mi propia hebra entre las demás…

Desde aquél día soy totalmente efímera.

No se si me estoy dando a entender. La mayor parte del tiempo creo que divago.

La segunda vez que el tiempo se detuvo fue en un lugar muchísimo mas mundano. Terminé charlando toda la noche con el Animal en un “carrete” en casa de una amiga.
Hay momentos en que ocurren sincronías perfectas, armonía, fiato, como deseen llamarlo. See detuvo en medio de esta conversación de siglos para que pudiese comprender que la habitualidad de la convivencia no implica conocimiento. Y cuando las palabras las empieza a portar el silencio sientes aquí, en el alma, que este instante es distinto a todo los vividos, que no es un nudo entre las hebras sino una coordinación perfecta de la puntada sobre la tela.

Esa noche, cuando el tiempo se detuvo, comprendí que aparte de ser efímera, todos somos mundos esperando ser descubiertos.

La siguiente vez, sucedió brevemente. En los sillones de un living viejo y las calas en un jarrón de cristal. Calas que al mirarlas me recordaban el cementerio pero de aquello ya no quedan mas que recuerdos. Para aquel entonces, creo que estaba divagando sobre la guerra. Como un hombre mata a muchos hombres, la falta de honor, el medirse con un semejante y luchar con quien consideras un igual. Mencioné que esta no era mi época, que me había equivocado de era y Alex asintió con flashes en la mirada que me hicieron sentir, y en ello salgo de la realidad para entrar en el terreno de la fantasía, todas aquellas ocasiones en su vida en las cuales él había arraigado las mismas palabras que yo decía en aquel instante en el mas completo silencio.

Entonces, sutilmente, las hebras se cruzan. Una charla que si la analizo por fuera, debió ser brevísima sin embargo la sentí eterna, profunda como si aquel pozo en el cual miraba estuviera lleno de estrellas. Se que empapada en aquel pensamiento, salí al balcón para no seguir viendo imágenes que no eran mías y prendí un cigarro…

Efímera, conociendo mundos y entendiendo que quizás, y por muy absurdo que parezca, otros nos han recorrido sin siquiera percatarnos de ello.

…We're part of a story,
part of a tale.
Sometimes beautiful
and sometimes insane
No one remembers
how it began…

Canción del Momento: Never-ending Story de Within Temptation, Mother Earth Tour Live.