lunes, agosto 14, 2006

Zapatillas.






Puede ser que, por las horas de cama y el tiempo que me he dado libre, mi mentecilla haya comenzado a formular extrañas teorías sobre momentos pasados. Seguramente, me esté enfrascando en el clásico error de mujer al buscarle la “quinta pata al gato”: Aquella imposibilidad femenina de asumir que las cosas son como son – en lo que a chicos respecta- y que no existen multiplicidad de interpretaciones para cada escena vivida con ellos. Que son mas simples pues lo que hacen y dicen se condice con lo que sienten **Presunción legal que admite siempre prueba en contra**

Siempre lo hago. Pienso, pienso, pienso y luego, basta una sonrisa para desfigurar la tortuosa torre de posibilidades; una mas ridícula que la otra.

Hablando con Green Eyes, le comenté que estoy en ese punto de camino en que lo único que deseas es ponerte unas buenas zapatillas y correr lejos.
Por miedo, de cobarde, porque se puede y porque así, no hay posibilidades de herir ni ser herida.
En ese punto del camino en que todavía es posible arrancar porque no hay nada concreto y la incertidumbre caótica es tal que, a priori, prefieres no enterarte y correr. Lejos!
Por otro lado, cual brillante arista, al no poseer nada concreto no hay peligro inminente de heridas. Entonces, parece absurdo huir de lo que podría ser una buena posibilidad. Dejémoslo en posibilidad.

Sabes que quedándote… Quedándote ya viertes esperanza y alma.

Y como yo aun no me creo heroína, me pondré mis zapatillas pero me quedaré aquí, luchando contra mi naturaleza, a la espera de que nos sentemos a parlotear sobre el mapa – bueno… eso si quieres- Igual las tendré puestas.

Por si acaso.

Canción del Momento: Bleeding Heart de Angra. Buen tema, eh?? :)

I'm ready to surrender

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