Coraza.

¿Cuándo las cosas estarían bien? No existía tregua al menos en estas fechas?

Cruzó la calle añorando que sus pies la llevaran a otro país. Estaba cansada de ser fuerte, de confiar en un futuro que no parecía llegar jamás; al fin de cuentas estaba aferrada a ese sueño para no mirar el presente. Se abrochó la chaqueta y apuró el paso sintiendo frío en las manos. Ansias de gritar hasta quedarse sin voz, no quería seguir siendo pilar y carecía de otra opción… Esa noche se sentía tan sola y desarraigada de su nombre, su edad y del supuesto mundo en el que vivía que imaginó disolverse en el aire.

Por unas cuantas horas disfrutó ser invisible y cruzar calles sin dirección alguna. Infinitamente agotada de mantener la coraza de “estoy bien, las cosas saldrán bien” ya que, en verdad, aquella frase solo era un mantra para darse ánimos constantemente. ¿Cómo podía ser pilar si por dentro la carcomía el miedo? Solo había un alma omnipresente en su invisibilidad, las otras comenzaban a difuminarse.

Que tristeza.

Llegando a casa se limpió las lágrimas y se volvió a poner la coraza en aquel ritual que tantas veces había repetido. Seguramente permanecería amparada en ella todo el fin de semana, fingiendo de la mejor manera posible ante los difuminados que el sol sigue brillando. A nadie le agrada ver tristeza: La honestidad en el área emocional se paga cara pues, exponer sentimientos ante quienes no te conocen del todo, puede acarrear fuertes juzgamientos y críticas.

Lo irónico de la vida es que da lo mismo cuan desecha pueda estar por dentro ni cuanto miedo porte en la piel, el seguir caminando la hacía fuerte sin importar la cantidad de líquido vital que derrame en la senda.

Cruzó el jardín y respiró profundo bajo la gran bóveda teñida de gris.

Canción del Momento: Heaven’s a lie de Lacuna Coil.

… Set me free
your heaven's lie…

P.D: Siento no devolver las visitas. No he tenido mucho tiempo para leer otros mundos pero espero que pronto pueda revertir dicha situación.