Pensé que caía abruptamente sin poder controlar la velocidad ni la distancia.
Pensé – y de ahí la reiteración de dicho verbo- que volvía al patrón que he intentado con tanto ahínco, destrozar este año. Tres días donde el mundo me pareció hostil, soles y lunas de no querer ver caras, revisar correos ni levantar el auricular dos centímetros si quiera; me ví como antes sin encajar con el ahora y me sumergí, lentamente, en la nada. Vacié la mirada.
Me debo un reto supremo por permitirme jugar al borde del abismo, por desear tener siempre el control cuando nunca lo he poseído en ningún maldito ámbito. Como soy “Contreras”, afirmo orgullosa que cuando “yo lo desee” puedo poner punto final a las cosas que me afectan y, a las que considero, pueden llegar a ser fuente de lágrimas futuras. El resultado fue jocoso: tres días de auto-exilio, de aplicar cabeza donde impera la emotividad, colapsando mi nada sobresaliente inteligencia emocional hasta bloquearme completamente.
Y el viernes, volví al mundo absolutamente atontada. Tuvieron que drenar mi cabeza para que pudiera escuchar esa cosa que late y late (curioso artefacto lo que llevamos en el pecho, eh?...); no se imaginan la cantidad –y disculpando la palabra pero no hay mejor término para esto- de mierda que salió de mi extenuado cerebro.
No mas. No pienso mas. Ok, honestidad, debo ser realista!: "Intentaré no pensar mas".
Muchísimo mejor.
… No se por qué aun estoy pensando en el Sol y la Luna. Felicidad y una extraña tristeza, es normal aquello?...** Me dan la respuesta con un café, nada de comentarios.**
Canción del momento: Pues van varias de Nemesea, Leaves’ Eyes, Angra y Lacuna Coil… Finalmente este escrito concluyó con Devoted de la última banda mencionada.
… Can you feel me deep inside?...
There's no time to deny that I need you….
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