Gris.

Perdí la cuenta de las tazas de té con miel.
Perdí la cuenta de los bostezos, de las veces que he restregado mis ojos esperando que caiga arena desde ellos.

Trabajando a full en un informe en derecho… Siento que corro arriba de una enorme rueda de madera. Si llego a perder el paso, me aplastará.

Mundo moderno donde todo es producción.


A raíz de un mail hoy me percaté que no tuve vacaciones este verano… Será por eso que estoy tan cansada? Cierro los ojos y estoy en Roma... los abro y está el monte de información que aun me falta por incluir en el informe, los cierro y vuelo a Angra dos Reis con el agua tibia del mar acariciando mis pies.

Diablos, creo que necesito vacaciones.

Sin laptop, Universidad, sin Internet, mails, blog, preocupaciones varias, celular, mononeuronales… Desconectarme. Aislarme!

Me extraño. Extraño a esa parte de mi que se tomaba el tiempo que fuera necesario para escribir un cuento… ahora los minutos son cada vez mas reducidos y si tienen la divina bendición de un resfrío (como me pasó este fin de semana con un jarabe de estrellita roja) ju juuuuuu…! El tiempo de lucidez lo emplearán para terminar los deberes antes de perderse en el “yo”.

Creo que siento esa imperiosa necesidad de darme tiempo por el desencanto con el ser humano de estas últimas semanas. Necesito mi tiempo para dedicármelo… se me están agotando las baterías!

Me siento gris.

Y no quiero serlo.

Canción del Momento: Miss you Love de Silverchair.


… But I’m not, not sure,
Not too sure how it feels
To handle every day
And I miss you love…