lunes, enero 09, 2006

El muelle.

Caminé hundiendo mis pies en la arena fría. Allá arriba, el mar de estrellas enseñando la majestuosidad de la creación…

Por simple azar comenzó a sonar este tema que hace años atrás hicieron pasar por otra autoría. Solo entonces, las palabras emergieron salidas de un pozo, brotando desde las entrañas en la oscuridad hasta calmar la mirada.
Me senté en el muelle abstrayéndome en las olas, en la segunda voz femenina del tema que tan bien sabía, prendí un cigarro y sonreí. Hace tiempo que no lo hacía…

Creo que me debo haber dormido ahí al menos unos minutos arrancados del saco de Morfeo. Y pese al intenso frío, no podía dejar de pensar que es un lugar digno para aguardar la alborada con un tazón de café hasta que el acuarela vertiera el dorado sobre el océano.


La última vez que ensayamos con la banda fue a mediados de noviembre **Al menos yo con ellos**, después de ello y debido a mis exámenes, me mantuve alejada hasta ahora en que retomaremos las prácticas… Y como extrañé haber llevado mi grabadora y a alguno de los guitarristas o a mi ficticio pianista para transmutar la energía de aquel onírico lugar a unos simples acordes!.

Y si aquel pensamiento es cierto? Entonces, la Rueda de la Fortuna se encargará de ubicarnos en el mismo punto, nuevamente, para brindar una segunda oportunidad bajo los astros a la composición. Quizás extraer buena parte del alma… En ello.

Canción del Momento: Melantroduction de Lacrimas Profundere.

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