Se sentó revolviendo su café con la mente vacía. De alguna extraña manera podía contemplarse desde afuera, con aquel pijama rosa con puntos celestes absolutamente estrambótico, el cabello revuelto y los ojos semi abiertos aspirando lentamente el aroma proveniente de la taza de café en la terraza.
Parecía una mañana más; una de tantas de este último mes donde todo transcurría como una película con un maldito pequeño detalle: Siendo la protagonista de la cinta se sentía como un tercero espectador. No tenía ganas de pensar ni analizar su vida para llegar a la fuente del problema. Francamente estaba cansada de pensar, de tener que dar explicaciones de todos y cada uno de sus actos, de ser cuerda, “razonable”, lucir bien y poner cara de cumpleaños en cada ocasión.
Hoy quería quedarse en pijama y contemplar la mañana desde la terraza con un buen libro en las manos.
Dejó la taza sobre la mesa y cerró los ojos alzando la cara al cielo. Invocó una nueva imagen en la cual perderse…
Willow de Von-balthazar
Abrió los ojos volviendo abruptamente en la terraza. ¿Será que algunas situaciones duelen demasiado y simplemente abandonamos nuestro cuerpo para protegernos?. Porque se seguía mirando desde afuera, sin lograr sentirse como antaño.
Tal vez solo debía encontrar el “pegamento”; algo que la volviese a su cuerpo reactivando su vida, no? Dio un respingo a su nariz y suspiró. Aun no tenía ganas de volver al mundo y esta especie de "piloto automático" que movía su cuerpo las veinticuatro horas al día hacía las cosas bastante bien mientras ella vagaba en otras tierras. Si… tal vez viviría con el piloto automático unos días más; insólitamente, preparaba el café mejor que ella misma!.
El Café de Gustavo Pastrana.
Canción del Momento: Comptine d'un autre ete de Yann Tiersen.
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